lunes, 4 de junio de 2012

Capítulo 3


Pero bajé y no estaba mi padre, el salón estaba vacío, había una carta encima de la mesa y Kevin me dijo que me sentase.
-¿Que tengo que hacer aquí?
-Sientese y escuche señorita.
-De acuerdo.
-Señorita, mm.. su padre.. acaba de fallecer en un accidente de coche, le ha dejado esta carta minutos antes de morir, lo siento mucho. - dijo Kevin saliendo del salón.
Siempre decía que odiaba a mi padre, pero en el fondo si lo quería, porque antes de que muriera mi madre él era la persona que más quería, siempre me apoyaba en todo y por eso ahora me puse a llorar, me acababa de quedar huérfana.
Cuándo me calmé un poco, decidí abrir la carta y empecé a leer:
Querida hija, quiero disculparme por lo mal que me he comportado contigo estos años en los que no estaba tu madre, estaba destrozado y lo pagaba contigo, es de lo que más me arrepiento de todo lo que he echo en mi vida, espero que algún día puedas perdonarme hija porque aunque no lo he demostrado en estos últimos años te quiero mucho. Quiero que le pidas disculpas a Liam de mi parte, porque este mes fue a verte todos los días y ni un solo día le dejé entrar, por lo mal que me comporté con él en el teatro. Me di cuenta de que te quería de verdad, está semana cada día venía con un detalle, algunas veces una rosa, otras con una caja de bombones, peluches... me arrepiento mucho de lo que he echo.
Hija, se que tu sueño es ser actriz, por eso le dije a Kevin que te reservase una plaza en la escuela de teatro más importante de Hollywood, espero que puedas cumplir tu sueño y seas una gran actriz, tu madre y yo te estaremos viendo desde aquí arriba. Allí vivirás en una residencia bastante grande, con todos los gastos pagados y sabes de sobre que la casa es tuya y todo el dinero también. Ya nos volveremos a ver algún día y quiero que siempre sepas que te quiero muchísimo hija.”
Nada más terminar de leer la carta empecé a llorar sin parar, me había echo mucho daño, pero rectificar es de sabios, y él lo ha reconocido que se ha equivocado y lo entiendo había perdido a su mujer y eso es muy duro, bastante.
Estaba tirada en el sofá, llorando y llamaron a la puerta.
-¿Quién es? - dije.
-Soy yo, Liam.
Abrí la puerta y me tiré a abrazarlo, lo necesitaba.
-¿Qué te pasa cariño?
-Mi padre ha muerto.
-¿QUÉ? - dijo asombrado.
No conseguí decir nada y seguí llorando.
-No te preocupes me tienes aquí a mí.
-Únicamente te tengo a ti, y seguramente que no para siempre.
-No digas eso.
Los dos nos sentamos en el sofá.

(Narra Liam)
-¿Y tu madre? - le pregunté.
-Ella murió hace varios años.
-Ah, lo siento mucho.
Carmen cogió una carta que había encima de la mesa, y me la dio para que la leyera. La leí rápido.
-No quiero que te vayas a Hollywood, te necesito aquí, conmigo.
-Lo siento Liam, yo también quiero estar aquí contigo, pero ese es mi sueño y además aquí no tengo dónde quedarme.
-Me tienes a mí.
-Pero tú tienes 18 años, yo tengo 14 y ahora mismo no puedes hacerte cargo de mí, además tu tienes muchos conciertos y giras, no puedo quedarme contigo.
-Bueno por lo menos dame el gusto de quedarte a vivir una semana conmigo, en mi casa.
-Vale.
-Gracias. - dije dándole un beso.
Cogí ropa, la metí en una maleta y me fui con Liam.
-Venga vamos a mi casa, que después te voy a presentar a los chicos, quieren conocerte.
-¿A mi me quieren conocer?
-Sí, a ti, a Carmen Smith.
Llegamos al apartamento y le dejé una habitación bastante grande que estaba al lado de la mía. Metió sus cosas en el armario con mi ayuda y fuimos a cenar algo con los chicos.
Me gustaba la idea de que se viniese conmigo a vivir durante una semana, la tenía que disfrutar como nunca, después se iría lejos.
La notaba nerviosa en el coche.
-¿Qué te pasa cariño?
-Estoy nerviosa.
-¿Por qué?
-Porque voy a conocer a Niall, a Zayn, a Louis y a Harry.
-Esta vez no te desmayarás, ¿no?
-No creo.
Acabábamos de llegar a Nando's, salimos del coche, ella me cogió de la mano y yo le abracé fuerte contra mi pecho.
-Tranquila que no ven a comer. - le dije de broma en el oído a lo que ella me dio un golpe en el hombro.
-Ya se que no me van a comer tonto.
Le di un beso para que se tranquilizara un poco.

(Narra Carmen)
Entramos en ese restaurante que tanto amaba Niall.
Miré para un lado y para otro, y no los vi.
-¿Dónde están?
-Ven. - dijo Liam agarrándome de la mano y guiándome hasta una mesa que estaba detrás de la barra, y allí estaban los cuatro gastando bromas como me imaginaba. Los cuatro se levantaron rápido en cuanto me vieron.
-Hola. - dijeron los cuatro, yo no me lo creía que iba a cenar con ellos y no conseguí hablar, lo único que hice fue sacar una enorme sonrisa.
-Carmen, reacciona. - me dijo Liam en el oído.
-Ahí, es que no me lo creo que vayáis a cenar conmigo, ah. - dije.
-Ven anda sientate aquí. - me dijo Liam.
Me tocó sentarme en frente de Louis, a un lado tenía a Niall y al otro a Liam.
Yo seguía sin decir palabra.
Louis empezó a hacer tontería a ver si reaccionaba a lo que empecé a reírme sin parar, las tonterías de este chico no eran normales.
-Mira que como no reacciones te pongo mi oloroso zapato en tu cara. - dijo Lou.
-Yo creo que es mejor que reacciones, no te recomiendo que huelas sus zapatos. - me dijo Zayn.
-Vale, vale ya reacciono. - dije riendo.
Vino el camarero y empezamos a pedir la bebida y la comida, Niall no era normal como comía.
Ya después me solté mucho más hablando con ellos.
Los chicos se fueron a sus casa y Liam y yo nos fuimos a su apartamento.
Llegamos, yo me duché y me metí en la cama. No conseguía dormir, había pasado un rato impresionante con los chicos, pero ahora me venían recuerdos de mis padres cuándo los tenía a los dos conmigo y me querían, no entiendo porque se los ha tenido que llevar.

(Narra Liam)
Me desperté a las 2:30 y escuché que Carmen estaba llorando, así que decidí ir a su habitación.
-Cariño no llores más, por favor.
-Es que he perdido a toda mi familia, estoy sola en este mundo, ¿qué he hecho?
-Me tienes a mí, y sabes que me vas a tener siempre.
-Por más que quieras siempre no me vas a tener, tu eres famoso y una niña de 14 años no puede estar en tu vida.
-Si que puede.
Ella seguía llorando.
-Vente conmigo a dormir, que mañana tenemos que ir al funeral y no has dormido.
La cogí en peso la dejé encima de mi cama, la tapé y me metí yo. La estuve consolando un rato hasta que conseguí que se durmiera abrazada a mi.
¡RING!¡RING!¡RING!
Odiaba el despertador por la mañanas, pero bueno yo era el que había decidido hacer esto así que me levanté, le preparé el desayuno y se lo llevé a la cama.
-Princesa, despierta. - dije dándole un beso.
Se estremeció un poco en la cama y por fin se levantó.
-Buenos días cariño.
-¿Has dormido bien?
-Perfectamente, me sentía súper bien al lado tuya.
-Y yo princesa.
Estábamos desayunando y luego nos vestimos.
Nos montamos en el coche y fui a acompañarla al entierro de su padre.
Todo el tiempo estuvo abrazada a mí, no se soltaba y no paraba de llorar, hasta que poco a poco la fui consolando.


(Narra Carmen)
La semana paso bastante rápido, lo había pasado genial junto a Liam y los chicos, eran geniales, en persona eran incluso más divertidos y simpáticos.

Hoy me tocaba coger el avión hacía Hollywood, dónde viviría mis próximos cuatro años.
Odio las despedidas, no me gustan nada, así que me levanté temprano, sobre las 8, cogí las maletas, las metí en el taxi, fui a dejarle una carta a Liam en la mesita de noche, le di un último beso y subí al taxi.
Embarqué las maletas y ahora me esperaba un largo viaje, hacia una nueva vida.

(Narra Liam)
Eran las 12 y decidí levantarme, fui a despertar a Carmen pero no estaba, baje al salón y nada, así que decidí subir a cambiarme, para buscarla a fuera.
Entré en la habitación y en la mesita de noche vi una carta, la cogí rápidamente y empecé a leer:
No me busques, ya me he ido hacia el aeropuerto, lo siento por no haberme despedido. Quiero darte las gracias a ti y a los chicos por lo bien que os habéis portado conmigo esta semana.
Recuerda que siempre seréis mis ídolos los chicos y tú, este dónde esté y que nunca dejéis de estar juntos porque juntos sois TODO lo que vuestras fans deseamos.
Espero que no te hayas enfadado conmigo por irme así, sin despedirme pero es que odio las despedidas y más si me tengo que despedir de alguien que amo.
Y gracias por haberme acogido en tu casa, eres la persona mas importante en mi vida, recuerdalo SIEMPRE.
PD: Nunca te olvides de mí, yo nunca lo haré y espero que nunca te quites la pulsera.
TE AMO MUCHÍSIMO, CARMEN.”
No sabía si llorar, porque se había ido o si ponerme feliz, porque me amaba, opté por la segunda, ella iba ser feliz luchando por su sueño, los dos habíamos cogido caminos diferentes pero igual algún día se vuelven a juntar, yo lucharé para que eso ocurra, nunca dejaré de luchar por ella.

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