(Narra
Carmen)
¿De
verdad me acababa de pedir matrimonio?¿Sería la futura señora
Payne como siempre había soñado? Era difícil de asimilar, pero sí,
era cierto.
Nada
más escuchar esas palabras salir de la boca de Liam, mi corazón
empezó a latir muy fuerte, mi cara cambio por completo, claro que
para la mejor de mis sonrisas, y tantas camáras, paparazzis, fans...
me ponían más nerviosa aun de lo que estaba.
-¡SÍ!¡Claro
que quiero! - dije, a lo que le salió una preciosa sonrisa, me puso
el anillo, precioso por cierto, nos besamos y luego nos dimos un
enorme abrazo. Todo era genial junto a él, además era un romántico,
me ha pedido matrimonio en frente de la Torre Eiffel, en la ciudad
del amor, dios, lo amo.
-¿Nos
vamos ya al hotel princesa? - me dijo al oído.
-Venga
vamos cariño. - dije cogiéndole fuerte de la mano.
Nada
más llegar a la habitación nos tiramos a la cama, nuestras miradas
se cruzaron durante varios minutos, hasta que no pudimos resistirnos
más y empezamos a besarnos.
Empezamos
a quitarnos la ropa el uno al otro.
Acabamos
haciendo el amor, pero esta vez sin protección, a ver si había
suerte y en nueve meses habría un mini Liam o una mini Carmen entre
nosotros.
Al
día siguiente nada más despertarnos nos fuimos en taxi hasta el
parque Disney, mientras que íbamos en el taxi llamé a las chicas
para informarles de lo que pasó ayer, pero ya lo sabían,
seguramente Liam habría hablado con los chicos antes, y estos se lo
habrán contado a ellas, bueno, pero estaban muy contentas por mí y
con ganas de que llegara ya el día de la boda.
-¿Oye
cariño, cuándo nos casamos? - le pregunté.
-En
un mes, el 16 de mayo, ¿te parece bien?
-¿Me
dará tiempo a elegir todo?
-Sí.
-Bueno
me fío de ti eh. - dije riendo.
Después
de un rato dormida en sus brazos, me despertó con un beso diciéndome
que ya habíamos llegado. Empezaba la diversión.
Nos
cogimos de la mano y entramos en ese gran parque, que tanto amábamos
los dos.
-Cariño,
vamos con Woody ha hacernos una foto. - me dijo él corriendo como un
niño de cinco años al verlo.
-Ahora
con Mickey.
-¡Donald!
Se
llevó un rato nombrando a todos los personajes de Disney que pasaban
por delante nuestra y echándonos fotos con ellos.
-Bueno,
¿nos vamos a las atracciones princesa?
-Sí.
-¿Nos
montamos en esa de allí?
-¿Esa
tan grande y qué gira tantas veces?
-Sí
esa.
-No,
que miedo.
-Venga
vamos.
-No,
no que a mí me da miedo eso.
-Venga,
que estoy yo contigo, yo te cojo de la mano.
-Pero
no me sueltes eh.
-No
tonta.
Entramos
en aquella atracción, al fin nuestro turno.
-No
me sueltes Liam.
-Que
no boba.
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!
- empecé a gritar de lo rápido que había empezado.
-Tranquila.
-AAAAHHHHH.
- Liam no hacia más que reírse de mis gritos de niña chica.
-Que
no es nada, mira ya ha terminado, ¿nos montamos otra vez?
-Tu
estás de broma, ¿no? - dije saliéndo de allí, a lo que el seguía
riéndose.
Fuimos
a comer al restaurante que pillamos más cerca. Nada más sentarnos
se nos vino un grupo de chicas gritando al ver a Liam, a lo que me
dijo en el oído riendo «Gritan igual que tu».
-DADDY
DIRECTION. - gritó una tirándose a darle un abrazo.
-Hola
guapas. - dijo él dándole un beso en la mejilla a cada una.
-AWW,
CARMEN. - dijo una de ellas dándome un abrazo.
-Hola
chicas. - dije sonriéndoles.
-Una
pregunta Liam, ¿cuándo volvéis? - preguntó una de ellas.
-No
puedo decir nada, todavía no es seguro.
Se
echaron algunas fotos con Liam, les firmó, me pidieron una foto
conmigo a lo que yo accedí encantada y se fueron.
-Oye
eso es verdad, ¿no vas a estar este año con tus fans? - le
pregunté.
-Sí,
quiero volver ya, porque me queda poco tiempo, además les quiero
comunicar todo, a ti no te importa que le diga lo nuestro, ¿no?
-Para
nada cariño. - dije a lo que me sonrió.
-Pues
lo más seguro es que en tres meses nos vayamos de gira.
-Pues
yo me iré contigo.
-Claro.
Seguimos
hablando mientras que comiamos y ya luego nos fuimos a seguir el rato
de atracciones que nos quedaba.
A
las 9 o así nos fuimos para el hotel Disney a pasar la noche y a la
mañana siguiente cogimos el vuelo de vuelta a casa.
En
estos días Liam y los chicos vivirían en casa de Liam, y las chicas
y yo viviríamos en mi casa, en la casa en la que había vivido desde
los dos años hasta los catorce, no la visito desde hace más de seis
años.
Nada
más bajar del avión nos encontramos a todos esperándonos allí,
les saludamos y tal, nos dejaron en mi casa y ellos se fueron.
Volvía
a entrar en esa casa después de más de seis años. No pude evitarlo
y nada más entrar se me vinieron muchos recuerdos de mis padres a lo
que empecé a llorar.
-¿Qué
te pasa cielo? - dijeron.
-Los
recuerdos. - dije a lo que me dieron un abrazo.
Rápido
subí a mi habitación, todo estaba tal y como lo dejé aquel día.
El ordenador con los cascos encima de la cama, me acuerdo que en ese
momento en el que Kevin, oye ¿qué habrá sido de Kevin? Tengo que
saber algo de él, pronto averiguaré algo, bueno sigo, escuchaba
Momets, esa canción que me hacia emocionarme, esa canción que me
hacía sentir tantos sentimientos adentro de mi.
Y
ya después de todo esto has pasado nada más y nada menos que casi
siete años, increíble lo rápido que puede pasar el tiempo.
Les
enseñé a las chicas en las habitaciones en las que dormirían,
había una para cada una.
Después
de comer algo nos fuimos en busca de mi vestido de novia, sus
vestidos, las joyas, el anillo para Liam, una lista de cosas
interminables.
*Después
de toda una tarde de compras*
-Chicas
estoy reventada, me voy a tirar un rato en el sofá. - dijo Marta
levantándose de la mesa, a lo que yo salí corriendo de repente
hacia el baño, tenía unas ganas de vomitar impresionantes, odiaba
vomitar, pero tenía mucho mareo y no lo podía evitar.
Pasé
la mayoría de la noche vomitando, pero ya luego por la mañana dejé
de vomitar, lo único que no tenía era nada de hambre, solo antojo
de fresas con chocolate.
¡Ding!¡Dong!
Sonó la puerta a lo que Emma dijo que abría ella.
-Son
los chicos y vienen con el desayuno. - dijo.
Todas
fuimos a saludar a los chicos, traían churros para desayunar, que de
tiempo que no los tomaba.
*Un
día antes de la boda*
Ya
tenía todo preparado para mañana, el gran día, el vestido era
precioso seguro que a Liam le iba a encantar, le había comprado una
alianza bastante bonita, era de oro. Habíamos decidido que Niall
fuese el que me llevase al altar junto a Liam, y Liam iría
acompañado de su madre, Karen.
La
celebración será en la playa, como siempre había imaginado; habían
preparado el suelo con madera, mesas, sillas, decoraciones... y había
quedado todo genial.
Liam
y yo habíamos decidido invitar a la boda a cincuenta fans, le
hicieron un test con varias preguntas bastantes difíciles y las
cincuenta que ganasen podrían venir a la Iglesia, y luego echarse
alguna que otra foto.
Ayer
estuvimos en mi despedida de soltera, fuimos a pasar una tarde de
chicas haciendo el loco y para mi sorpresa me encontré a Jane, no
había cambiado nada, aunque fuese demasiado tarde la invité a la
boda, en sus años fuimos muy buenas amigas.
Liam
también hizo la despedida de soltero con los chicos, pero no sé lo
que hicieron dice que eso solo es cosa de chicos, a saber.
Fui
al servicio, ya llevaba más de una semana de retraso con la regla,
pronto tendría que ir a hacerme las pruerbas de embarazo.
Me
metí en la cama y nada más quedarme dormida después de dar tantas
vueltas en la cama de lo nerviosa que estaba empezó a sonar el
móvil, ¿quién sería a estás horas? Estaba por no cogerlo, pero
no sé por qué lo cogí.
-¿Sí?
- dije.
No hay comentarios:
Publicar un comentario