(Narra
Carmen)
Nadie
me respondía, iba a colgar, pero habló alguien.
-Princesa.
- dijo desde el otro lado del teléfono, era Liam.
-¡Cariño!
-No
podía dormir. - dijo él mientras que por atrás escuché a alguien
decir: 'Liam por favor déjame el teléfono.'
-¿Quién
es el de la voz de atrás?
-Es
Hazza, quiere hablar contigo te lo paso.
-Vale.
-Carmen.
- dijo Harry, se le notaba como un poco agobiado.
-¿Qué
te pasa?
-Llevo
más de cuatro horas intentando hablar con Laura, pero no me coge el
móvil, ¿le ha pasado algo?
-Que
yo sepa no, lo más seguro es que esté durmiendo son las dos de la
mañana Hazza.
-Necesito
hablar con ella urgente, ¿puedes despertarla?
-Vale,
voy a su habitación un momento. - dije saliendo de la cama.
Abrí
la puerta de mi habitación, me dirigí a la habitación de Laura,
llamé y nadie contestó, decidí entrar. Encendí la luz, miré
hacia la cama y no había nadie, Laura no estaba allí. Rápidamente
fui a avisar a las demás a ver si sabían algo de ella, pero ninguna
de las tres sabían nada. Decidí decírselo a Harry.
-Harry,
Laura no está en mi casa. - dije.
-¿QUÉ?
IMPOSIBLE, ella me dijo que no saldría hoy en todo el día de allí.
-Seguro
que está... vale no sé lo que le habrá pasado. - dije mientras
empezaba a ponerme cada vez más nerviosa, y preocupada por Laura,
¿dónde se había metido? Harry no pudo seguir hablando conmigo y se
puso Liam.
-Princesa
ahora mismo vamos para tu casa, no os mováis ninguna de las cuatro
de allí.
-Vale.
Las
cuatro no podiamos parar de imaginarnos cosas que le podrían haber
pasado, ¿y si la han secuestrado? No, no podía ser porque hubieran
secuestrado a ella ¿y a mí y a las chicas no? La verdad es que no
teníamos ninguna idea de lo que podría haberle pasado.
En
unos cinco minutos o así llegaron los chicos, Harry llevaba puestas
unas gafas para que no notásemos que estaba llorando, pero
sinceramente se notaba igual, únicamente lo disimulaba al no poder
ver sus ojos que seguramente los tendría rojos.
Liam
me cogió de la mano llevándome hasta la cocina, se sentó en una
silla y yo en otra.
-Princesa
mañana no nos podemos casar, tenemos que saber que ha pasado con
Laura.
-Totalmente
de acuerdo contigo cariño, además ella tiene que estar presente en
mi boda.
-Voy
a comunicarlo a todos los invitados, que me llevará un tiempo, ve tu
mientras a decirselo a los demás.
-Vale.
Salí
de la cocina dejándole a él solo hablando con todos los invitados
de la boda. Entré a el salón, Harry estaba sentado solo en un sofá
y yo me senté a su lado.
-Harold,
- dije mientras le quitaba las gafas, viendo como estaban sus ojos,
inchados y rojos. - lo más seguro es que esté bien, seguro que no
le ha pasado nada y mañana estará con nosotros. - dije mientras le
daba un beso en la mejilla.
-Gracias.
- dijo él dándome un beso en la frente.
-Chicos,
- dije para que todos me atendiesen a lo que iba a decir. - Liam y yo
hemos decidido aplazar la boda hasta que Laura este con nosotros.
-Gracias,
mi pequeña tenía mucha ilusión de estar en vuestra boda, os lo
agradecerá. - dijo Harry.
-No
las des, la boda no sería lo mismo sin nuestra Laura.
Después
de un rato hablando todos al fin llegó Liam y decidimos salir a
fuera a buscar. Nos dividimos por parejas, y Harry se quedó en mi
casa esperando alguna noticia de Laura, además no estaba en
condiciones de salir, estaba bastante mal.
(Narra
Harry)
¿Por
qué me la tenían que quitar? No aguantaba ni un segundo más sin
estar a su lado, sin escuchar su voz, sin poder besarla, sin
abrazarla, sin escucharla decir que me ama... Ella es lo más grande
que tengo en mi vida, a parte de mis fans, mi madre y mi hermana, sin
ella mi vida no tendría sentido, bendito el día en el que la conocí
en esa discoteca de Hollywood.
Decidí
subir arriba a su cuarto, para simplemente poder oler su perfumen
poder recordar algo de ella en ese momento. Entré a la habitación,
y nada más entrar se me vino su perfecto perfumen hacia mí, en esa
habitación todo olía a ella, amaba ese olor. Me senté en la cama,
al lado de la mesita de noche, y cogí la foto que tenía puesta en
un marco, decía que siempre la llevaba a todos lados, era una foto
de ella de pequeña con su abuela, dice que eran inseparables y que
la adoro, cada vez que puede va a visitarla. Y al lado de esa foto
había otra era una de ella y mía, pero su cara estaba tapada por un
papel, decidí abrirlo y decía.
'Siento
no haber podido decir nada al irme, pero recibí una llamada de mis
padres diciendo de que mi abuela está muy grave en el hospital, que
lo único que hacía era decir que me quería ver, y repetir mi
nombre una y otra vez, además mi abuela es demasiado en mi vida como
para que se me vaya y yo sin despedirme, no, por eso he cogido un
avión hacía Nueva York, que es dónde he vivido toda mi vida. Si no
os dije nada es porque estabáis durmiendo. Si no os cojo el móvil
es porque estoy en el avión, el viaje es muy largo y no puedo
utilizar el móvil.
Carmen
y Liam perdonar por no poder ir a vuesra boda, pero estoy es muy
importante para mi.
PD:
Harry, cariño, no te preocupes voy a intentar estar allí junto a tí
lo antes posible, te amo.'
Rápidamente,
nada más terminar de leer la carta, me alivié mucho más, dejé de
llorar, ya sabía que estaba bien, que no la habían secuestrado, que
alivio. Ahora tenían que llamar a los chicos para decirle que
volvieran a casa, que ya sabía dónde estaba Laura.
Nada
más que llegaran todos les leí la carta. Entre todos decidimos que
yo viajara a Nueva York con Laura, ella siempre comentaba cosas de su
abuela, las historias que le contaba de pequeña, lo importante que
era para ella, y la verdad es que no lo estará pasando ahora mismo
nada bien y menos estando únicamente con sus padres, seguro que me
necesita allí con ella dándole todo mi apoyo, así que fui a mi
apartamente, recogí alguna que ota cosas para poder cambiarme de
ropa y cogí el avión.
Después
de bastantes horas interminables en el avión, llegué al fin a Nueva
York. Nada más llegar llamé a los chicos para decirles que ya había
llegado y para que me digeran en que hospital se encontraba la abuela
de Laura, me digeron que ya habían hablado con ella, pero no le
habían dicho nada de que yo estaba en Nueva York, por último me
digeron la dirección y rápidamente pedí un taxi para que me dejará
en la puerta de aquel hospital.
La
maleta decidí dejarla en recepción, le pedí a una señora que la
guardara y que después me la diera.
Pregunté
la planta y el número de la habitación, planta 8, número 846.
Fui
hasta el ascensor, bien, estaba averiado, tendría que subir 8 pisos,
pero bueno merecía la pena.
Después
de subir esas interminables escaleras tan largas al fin llegué.
Empecé a buscar la habitación 846, iba tan distraído en buscar el
número que me choqué con alguien.
-Ups,
perdón. - dije levantando la cabeza y entonces la vi, era ella, mi
perqueña, sus ojos estaban muy inchados y rojos, no paraba de
llorar.
-¿H..harry?
- dijo ella confusa.
-Sí
Harry pequeña, sé que me necesitas en estos momentos tan difíciles
por eso estoy aquí contigo, para apoyarte. - dije abrazándola.
Ella
se abrazó a mi llorando más fuerte aun.
-¿Cómo
sigue? - le pregunté.
-Está
muy mal, se me va. - dijo llorando más fuerte al pronunciar esas
palabras.
-¿Puedo
pasar a conocerla? Me encantaría conocerla.
-Claro,
ven. - dijo cogiéndome de la mano.
Íbamos
a entrar en la habitación me antes le paré.
-Eh
pequeña, no llores delante de ella, aprovecha y sácale una sonrisa
para que la pueda disfrutar. - dije, a lo que conseguí que sonriera.
-Le
vas a caer genial a la abuela. - dijo.
Entramos
en la habitación, vi a esa señora de la que tanto me había hablado
Laura, la verdad es que se le veía bastante mal.
-Abu,
mira este es Harry, mi novio, del que tanto te hablo. - dijo Laura.
-¿Él
es el famoso Harry? Encantada. - dijo ella.
-Sí,
yo soy Harry, encantado de conocerla.
-Prométeme
una cosa. - me dijo la señora.
-¿Lo
qué?
-Ahora
dentro de poco no podré estar aquí para cuidar de mi nieta así que
prométeme que tu la cuidarás más que nunca, a ti te dejo mi tesoro
más grande protégela, y sobretodo amala siempre porque ella te ama
como a nadie te lo puedo asegurar.
-Se
lo prometo, siempre la protegeré y cada día la querré más.
-Gracias.
Estuvimos
un rato hablando con la señora, pero de pronto notamos que su cuerpo
se iba como apagando, yo fui rápido a avisar a los médicos,
mientras Laura le decía lo mucho que la quería y la abrazaba
llorando.
Cuándo
por fin entraron los médicos fue demasiado tarde, ya había
fallecido.
Después
de un buen rato Laura llorando, paró.
-¿Sabes?
No quiero llorar más, a ella le gustaba verme sonreír y aunque ella
no esté ahora eso es lo que voy a hacer, además ha conseguido
conocerte a ti que es lo que siempre me decía, 'a ver cuándo me
presentas a Harry', así que aunque no esté estoy feliz por todos
los momentos junto a ella.
-Me
alegro de que pienses así pequeña. - dije dándole un beso.
Me encanta, siguiente..(:
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