jueves, 21 de junio de 2012

Capítulo 11


(Narra Carmen)
Nadie me respondía, iba a colgar, pero habló alguien.
-Princesa. - dijo desde el otro lado del teléfono, era Liam.
-¡Cariño!
-No podía dormir. - dijo él mientras que por atrás escuché a alguien decir: 'Liam por favor déjame el teléfono.'
-¿Quién es el de la voz de atrás?
-Es Hazza, quiere hablar contigo te lo paso.
-Vale.
-Carmen. - dijo Harry, se le notaba como un poco agobiado.
-¿Qué te pasa?
-Llevo más de cuatro horas intentando hablar con Laura, pero no me coge el móvil, ¿le ha pasado algo?
-Que yo sepa no, lo más seguro es que esté durmiendo son las dos de la mañana Hazza.
-Necesito hablar con ella urgente, ¿puedes despertarla?
-Vale, voy a su habitación un momento. - dije saliendo de la cama.
Abrí la puerta de mi habitación, me dirigí a la habitación de Laura, llamé y nadie contestó, decidí entrar. Encendí la luz, miré hacia la cama y no había nadie, Laura no estaba allí. Rápidamente fui a avisar a las demás a ver si sabían algo de ella, pero ninguna de las tres sabían nada. Decidí decírselo a Harry.
-Harry, Laura no está en mi casa. - dije.
-¿QUÉ? IMPOSIBLE, ella me dijo que no saldría hoy en todo el día de allí.
-Seguro que está... vale no sé lo que le habrá pasado. - dije mientras empezaba a ponerme cada vez más nerviosa, y preocupada por Laura, ¿dónde se había metido? Harry no pudo seguir hablando conmigo y se puso Liam.
-Princesa ahora mismo vamos para tu casa, no os mováis ninguna de las cuatro de allí.
-Vale.
Las cuatro no podiamos parar de imaginarnos cosas que le podrían haber pasado, ¿y si la han secuestrado? No, no podía ser porque hubieran secuestrado a ella ¿y a mí y a las chicas no? La verdad es que no teníamos ninguna idea de lo que podría haberle pasado.
En unos cinco minutos o así llegaron los chicos, Harry llevaba puestas unas gafas para que no notásemos que estaba llorando, pero sinceramente se notaba igual, únicamente lo disimulaba al no poder ver sus ojos que seguramente los tendría rojos.
Liam me cogió de la mano llevándome hasta la cocina, se sentó en una silla y yo en otra.
-Princesa mañana no nos podemos casar, tenemos que saber que ha pasado con Laura.
-Totalmente de acuerdo contigo cariño, además ella tiene que estar presente en mi boda.
-Voy a comunicarlo a todos los invitados, que me llevará un tiempo, ve tu mientras a decirselo a los demás.
-Vale.
Salí de la cocina dejándole a él solo hablando con todos los invitados de la boda. Entré a el salón, Harry estaba sentado solo en un sofá y yo me senté a su lado.
-Harold, - dije mientras le quitaba las gafas, viendo como estaban sus ojos, inchados y rojos. - lo más seguro es que esté bien, seguro que no le ha pasado nada y mañana estará con nosotros. - dije mientras le daba un beso en la mejilla.
-Gracias. - dijo él dándome un beso en la frente.
-Chicos, - dije para que todos me atendiesen a lo que iba a decir. - Liam y yo hemos decidido aplazar la boda hasta que Laura este con nosotros.
-Gracias, mi pequeña tenía mucha ilusión de estar en vuestra boda, os lo agradecerá. - dijo Harry.
-No las des, la boda no sería lo mismo sin nuestra Laura.
Después de un rato hablando todos al fin llegó Liam y decidimos salir a fuera a buscar. Nos dividimos por parejas, y Harry se quedó en mi casa esperando alguna noticia de Laura, además no estaba en condiciones de salir, estaba bastante mal.

(Narra Harry)
¿Por qué me la tenían que quitar? No aguantaba ni un segundo más sin estar a su lado, sin escuchar su voz, sin poder besarla, sin abrazarla, sin escucharla decir que me ama... Ella es lo más grande que tengo en mi vida, a parte de mis fans, mi madre y mi hermana, sin ella mi vida no tendría sentido, bendito el día en el que la conocí en esa discoteca de Hollywood.
Decidí subir arriba a su cuarto, para simplemente poder oler su perfumen poder recordar algo de ella en ese momento. Entré a la habitación, y nada más entrar se me vino su perfecto perfumen hacia mí, en esa habitación todo olía a ella, amaba ese olor. Me senté en la cama, al lado de la mesita de noche, y cogí la foto que tenía puesta en un marco, decía que siempre la llevaba a todos lados, era una foto de ella de pequeña con su abuela, dice que eran inseparables y que la adoro, cada vez que puede va a visitarla. Y al lado de esa foto había otra era una de ella y mía, pero su cara estaba tapada por un papel, decidí abrirlo y decía.
'Siento no haber podido decir nada al irme, pero recibí una llamada de mis padres diciendo de que mi abuela está muy grave en el hospital, que lo único que hacía era decir que me quería ver, y repetir mi nombre una y otra vez, además mi abuela es demasiado en mi vida como para que se me vaya y yo sin despedirme, no, por eso he cogido un avión hacía Nueva York, que es dónde he vivido toda mi vida. Si no os dije nada es porque estabáis durmiendo. Si no os cojo el móvil es porque estoy en el avión, el viaje es muy largo y no puedo utilizar el móvil.
Carmen y Liam perdonar por no poder ir a vuesra boda, pero estoy es muy importante para mi.
PD: Harry, cariño, no te preocupes voy a intentar estar allí junto a tí lo antes posible, te amo.'
Rápidamente, nada más terminar de leer la carta, me alivié mucho más, dejé de llorar, ya sabía que estaba bien, que no la habían secuestrado, que alivio. Ahora tenían que llamar a los chicos para decirle que volvieran a casa, que ya sabía dónde estaba Laura.
Nada más que llegaran todos les leí la carta. Entre todos decidimos que yo viajara a Nueva York con Laura, ella siempre comentaba cosas de su abuela, las historias que le contaba de pequeña, lo importante que era para ella, y la verdad es que no lo estará pasando ahora mismo nada bien y menos estando únicamente con sus padres, seguro que me necesita allí con ella dándole todo mi apoyo, así que fui a mi apartamente, recogí alguna que ota cosas para poder cambiarme de ropa y cogí el avión.
Después de bastantes horas interminables en el avión, llegué al fin a Nueva York. Nada más llegar llamé a los chicos para decirles que ya había llegado y para que me digeran en que hospital se encontraba la abuela de Laura, me digeron que ya habían hablado con ella, pero no le habían dicho nada de que yo estaba en Nueva York, por último me digeron la dirección y rápidamente pedí un taxi para que me dejará en la puerta de aquel hospital.
La maleta decidí dejarla en recepción, le pedí a una señora que la guardara y que después me la diera.
Pregunté la planta y el número de la habitación, planta 8, número 846.
Fui hasta el ascensor, bien, estaba averiado, tendría que subir 8 pisos, pero bueno merecía la pena.
Después de subir esas interminables escaleras tan largas al fin llegué. Empecé a buscar la habitación 846, iba tan distraído en buscar el número que me choqué con alguien.
-Ups, perdón. - dije levantando la cabeza y entonces la vi, era ella, mi perqueña, sus ojos estaban muy inchados y rojos, no paraba de llorar.
-¿H..harry? - dijo ella confusa.
-Sí Harry pequeña, sé que me necesitas en estos momentos tan difíciles por eso estoy aquí contigo, para apoyarte. - dije abrazándola.
Ella se abrazó a mi llorando más fuerte aun.
-¿Cómo sigue? - le pregunté.
-Está muy mal, se me va. - dijo llorando más fuerte al pronunciar esas palabras.
-¿Puedo pasar a conocerla? Me encantaría conocerla.
-Claro, ven. - dijo cogiéndome de la mano.
Íbamos a entrar en la habitación me antes le paré.
-Eh pequeña, no llores delante de ella, aprovecha y sácale una sonrisa para que la pueda disfrutar. - dije, a lo que conseguí que sonriera.
-Le vas a caer genial a la abuela. - dijo.
Entramos en la habitación, vi a esa señora de la que tanto me había hablado Laura, la verdad es que se le veía bastante mal.
-Abu, mira este es Harry, mi novio, del que tanto te hablo. - dijo Laura.
-¿Él es el famoso Harry? Encantada. - dijo ella.
-Sí, yo soy Harry, encantado de conocerla.
-Prométeme una cosa. - me dijo la señora.
-¿Lo qué?
-Ahora dentro de poco no podré estar aquí para cuidar de mi nieta así que prométeme que tu la cuidarás más que nunca, a ti te dejo mi tesoro más grande protégela, y sobretodo amala siempre porque ella te ama como a nadie te lo puedo asegurar.
-Se lo prometo, siempre la protegeré y cada día la querré más.
-Gracias.
Estuvimos un rato hablando con la señora, pero de pronto notamos que su cuerpo se iba como apagando, yo fui rápido a avisar a los médicos, mientras Laura le decía lo mucho que la quería y la abrazaba llorando.
Cuándo por fin entraron los médicos fue demasiado tarde, ya había fallecido.
Después de un buen rato Laura llorando, paró.
-¿Sabes? No quiero llorar más, a ella le gustaba verme sonreír y aunque ella no esté ahora eso es lo que voy a hacer, además ha conseguido conocerte a ti que es lo que siempre me decía, 'a ver cuándo me presentas a Harry', así que aunque no esté estoy feliz por todos los momentos junto a ella.
-Me alegro de que pienses así pequeña. - dije dándole un beso.

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