(Narra
Liam)
Nada
más llegar al hospital, de urgencia metieron a Carmen en aquella
sala en la cuál daría luz a Sarah.
Colocaron
a Carmen en la camilla, mientras yo me situé a su derecha mientras
apretaba su mano con fuerza.
Respiraba
rápido, y le sudaba todo del gran esfuerzo que estaba haciendo.
-Venga
que ya queda poco princesa. - dije animándola.
-No
puedo más. - decía agotada.
-Ya
estoy viendo su cabecita, un poco más que ya está aquí. - dijo la
doctora.
Al
escuchar eso se me erizaron todos los vellos de mi piel, y se me
iluminó la cara con una sonrisa.
Ella
apretó de nuevo con fuerza y ahora sí, pudimos escuchar el llanto
de Sarah, al fin la teníamos con nosotros.
La
cogí cuidadosamente de los brazos de la matrona, y entonces la vi,
tenía la nariz chatita como la mía, su pelo era rubio, como el de
su madre, era muy tierna, los ojos aun no se lo podía ver con
claridad.
Con
cuidado se la puse en los brazos de Carmen, a lo que le empezaron a
caer algunas lágrimas de la emoción, y se le iluminó la cara con
una de esas perfectas sonrisas que únicamente tenía ella, mi
princesa.
-Es
preciosa eh. - dijo la matrona.
-Sí.
- dije sin quitar la mirada de la pequeña.
-Bueno
yo me la tengo que llevar en nada os la traigo. - dijo cogiéndola de
los brazos de Carmen.
Nos
quedamos algunos minutos en un extraño silencio, hasta que lo rompió
Ash, mi sobrina, entrando por la puerta.
-Tito,
tita, ¿y Sarah? - dijo con una enorme sonrisa.
Ella
corrió a mis brazos y la cogí en peso.
-Han
ido a lavarla ahora la traen.
-Jo,
yo la quiero ver ya. - dijo cruzándose de brazos.
-Ahora
la van a traer no te preocupes.
-Vaaaaale.
-Ash,
¿y qué?¿a mi no me vas a dar un besito? - dijo Carmen, a lo que
saltó de mis brazos y se fue corriendo a la camilla a darle un beso
y un abrazo.
-Hola.
- dijeron entrando por la puerta mamá, papá, Nicola con su marido y
Ruth con su marido y sus mellizos. Y al poco tiempo entraron tamibén
los chicos y las chicas.
-Bueno,
esto se nos queda pequeño. - dijo papá riendo, ya que eramos muchos
en la sala.
-Tito
Liam, yo quiero ver ya a Sarah, ¿cuándo viene? - repetía Ash.
-Yo
también quiero verla. - dijeron Zac y Kris (Kristen), los mellizos
de Ruth que tan solo tenían un añito y medio.
-Hola,
ui que de gente, os dejo aquí a la pequeña. - dijo la matrona
entrando.
-Bueno
nosotros vamos a salir y luego entramos, ¿vale? Que vamos a agobiar
a la pequeña con tanta gente. - dijeron los chicos y las chicas
saliendo.
Carmen
la cogió en brazo y senté a su lado a Ash, a Zac y a Kris, y así
que pudiesen verla.
Ahora
que me fijé en sus ojos tenía unos preciosos ojos celestes iguales
que los de mi princesa y su sonrisa era preciosa, vamos que nuestra
hija era preciosa de pies a cabeza.
[…]
Mi
familia estuvo un buen rato acompañándonos con la bebé, hasta que
tuvieron que irse.
-Mamá,
otro día tenemos que venir a verla. - repetían los pequeños, ya
que no querían irse.
-Sí,
no te preocupes dentro de poco venimos.
Después
de salir todos de la sala, entraron los chicos y las chicas.
-Pero
que cosita más mona. - decía Laura.
-Será
la futura novia de William. - dijo Lou, a lo que todos reimos. -¿Pero
de qué os reís? Ya después lo veréis y me reiré yo de vosotros.
-Zayn
quiero niña. - dijo Emma al coger a la pequeña embrazos.
-Anda
ya sabes Malik este noche tienes tema. - dijo Harry.
-Pues
yo también quiero un niña. - se animó a decir Marta.
-Otro
que tiene tema, anda. - volvió a decir Harry.
-Anda
y calla, no seas más guarro que hay niños delante. - dijo riendo
Laura.
Louis
y Paula sentaron a Willi cerca de Sarah e intentaron que dijera
'Sarah'.
-Se
llama “Sarah”. - repetían los dos haciendo notar más la última
palabra.
-Esto
es imposib... - empezó diciendo Paula.
-Sagah.
- dijo al fin el pequeño William, cortando lo que decía su madre.
Sarah
fue la primera palabra del pequeño.
*Tres
días después*
(Narra
Carmen)
Hoy
al fin salía del hospital a primera hora de la mañana, nos
levantamos, nos vestimos y tal y volvimos a casa, que nos recibieron
mucha gente allí, los padres de los chicos, los hermanos y hermanas,
los sobrinos, amigos, en fin mucha gente, pasamos el día de fiesta,
la fiesta de bienvenida a Sarah.
*Algunos
días después*
(Narra
Carmen)
Ya
me quedaban pocos días juntoa a él quien sabe a lo mejor una semana
o cualquier día, no sabemos nada. Por esa razón estamos disfrutando
al máximo los dás que quedasen.
Hoy
nos ia a llevar a Sarah y a mi a algún sitio, era un sorpresa.
-Voy
montando yo a la peque en su silla, princesa. - decía mientras yo me
disponía a meter la comida en el maletero.
-Vale
cariño.
En
poco tiempo ya teníamos todo preparado, así que nos pusimos en
camino a dónde nos quisiera llevar.
Llevábamos
unos veinte minutos de trayecto, cuándo de repente se paró en medio
de la nada.
-¿Qué
es esto? - dije con una cara rara, a lo que él empezó a reír. -
¿De qué te ríes?
-De
la cara que has puesto cuándo me he parado aquí, era solo para
vendarte tus preciosos ojos princesa.
-Ah
vale. - dije a lo que solté una pequeña carcajada.
Me
puso el pañuelo alrededor de mis ojos y continuamos el camino. En
unos cinco minutos o así paro el coche.
-Ahora
sí que hemos llegado.
-¿Me
uedo quitar el pañuelo?
-De
eso nada preciosa, yo te la quitaré en su momento.
-Bueno
entonces si no quieres que me caiga ayúdame a salir, ¿no guapo?
-Ahora
te ayudo, no te preocupes guapa.
Escuché
como sacaba cosas
-¿Qué
estás haciendo? - pregunté intrigada.
-Pues
acabo de sacar el carrito de Sarah, he montado la comida en la parte
de abajo de el carrito, y ahora estoy sacando a la peque para
montarla en el carrito.
En
pocos segundos, noté que agarró mi mano, me guió hasta el carrito,
puso mis manos sobre el mientras que él me agarraa por la espalda
guiándome.
-Ya
queda poco. - me susurró en el oído con su perfecta voz.
-Tengo
ganas de saber donde me llevas. - dije mientras besaba su mejilla, a
lo que me susurró “te amo, nucna lo olvides” de nuevo en el
oído.
Yo
nada más escuchar esas palabras le susurré a él también “jamás
lo olvidaré, ni tú tampoco lo olvides” y le besé.
-Ya
hemos llegado princesa. - dijo, a lo que empezó a rozar sus suaves
manos con mi cara mientras me quitaba el pañuelo.
Abrí
los ojos, todo era perfecto. Era un jardín enorme, lleno de flores,
como a mi me gustabam esos de películas, seguido de un pequeño
lago, precioso. En el centro había un mantel con algo de comida ya
preparada, y alrededor del mantel había muchas rosas rojas, mis
favoritas, acompañadas de alguna que otra vela.
No
pude decir nada, y me abracé a él.
Me
agarré fuertemente a su pecho, mientras que le decía que todo era
perfecto y que le amaba.
Noté
como le salió una adorable sonrisa en la cara, de esas que tanto
amaba, de la que me enamoré hace muuuuuchos años.
Cogí
a Sarah en brazos, a lo que nos sentamos los tres en el mantel.
Me
contó que aquí, en éste mismo lugar era al que venía cuándo se
sentía agobiado, o simplemente estaba mal y necesitaba estar solo.
Lo
estábamos pasando genial, entre risas, besos, llanto de la pequeña,
estaba siendo una tarde bastante especial, nunca la olvidaría;
jamás.
-Bueno
quiero aprovechar esta tarde tan especial para daros una cosa a casa
una. - dijo él mientras sacaba algo de la cesta.
-Sé
que dentro de unos días no estaré con vosotras, con mis dos
tesoros, disfrutando de como crece mi pequeña, ni podré volver a
besarte, a decirte lo mucho que te quiero, bueno me perderé
muuuuuchas cosas, por eso os quiero dejar un pequeño detalle para
que nunca me olvidéis, un collar. - dijo sacando dos preciosos
collares de oro fino. - Y a parte quiero dejaros una carta a cada
una, ahí os digo muchas cosas, no digo todas porque no me caben, y
muchas tú, princesa, las sabes de sobra. - terminó de decir a lo
que yo ya estaba echa una magdalenta, no podía parar de llorar.
Cogió
a Srah de mis brazos y con mucho cuidado le puso el collar, nunca se
lo quitaría, en el ponía “Te quiero muchísimo, tu padre”, con
una letra bastante pequeña pero podía leerse.
-Siempre
le hablaré genial de ti. - logré decir.
-Gracias
princesa. - dijo a lo que nos fundimos en un perfecto beso.
Después
de separar lentamente nuestros labios, me puso a mi el collar, en el
que ponía “TE AMO, MI PRINCESA”.
Terminó
de ponérmelo y me abracé fuertemente a él, mientras que no podía
parar de llorar, no conseguía hacerme la idea de que no estaría
conmigo, que no lo volvería a ver, no podía.
Al
rato logró calmarme él un poco.
-¿Puedo
leer ahora las cartas? - le pregunté mientras seguía abrazada a él.
-Claro
que sí princesa. - dijo besando mi frente.
Bueno
este se lo dedicó ha, tachán tachán, pues a todas mis lectoras,
porque ya sois 90 y deciros que muchííííííííííííííísimas
gracias a todas, que sois todas un amor y que me encantan todos los
comentarios que me dejáis son tan asdfghasdfgh, y bueno eso que
siempre lo digo, prohibido llorar, ya sea de emoción, de tristeza o
de lo que sea, no me gusta que lloréis eh.
Bueno
y que aunque muchas paséis de mí os quiero mucho :3
PD:
A los cinco comentarios subo como estoy haciendo normalmente y que si
son más de cinco pues mejor eh jajaja.
Okkkkkk, aquí llega mi supercomentario,asítodojunto xd.
ResponderEliminarBueno pues que lo siento mucho pero, HE LLORADO, de tristeza al final y de emoción al principio, cuando nació la pequeña Sarah.
Yo te lo repito las veces que haga falta, y llamame pesada si quieres pero AMOADOROIDOLATROTUNOVELA(?)
Siguieeente(:
Att: Sho, Laura Styles Swag :'3
madremia...
ResponderEliminaresto es genial?¡ fantastico????
me encantaaaaaa,siguiente :)
Joder,no sé qué decir,es ksdfvnpsopgnvprgnpgvdnprn. Siguiente,pero ya,es fantásticoespialidoso xDD *-*
ResponderEliminarNatalia Arana Baena&Bridget Horan Somerhalder.
Mee encantaa de verdad que es una de las mejores novelas que he leido , quiero el siguiente yaa !
ResponderEliminarHe llorado como una niña pequeña soy demasiado sensible pero esque a sido fantastico !
mee encantaaa siguientee!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar