domingo, 29 de julio de 2012

Capítulo 21 (Especial Carmen, Liam y el peque William)


(Narra Carmen)
Hace ya algún tiempo me metí en Internet y vi que el equipo de baloncesto favorito de Liam los NY jugaban la final aquí en Londres, y le haría mucha ilusión ir, nunca había asistido a un partido tan importante, y el día de la final había llegado, hoy sábado, las reservé las entradas hace ya bastante tiempo, así que por eso hoy me he levantado temprano, sobre las siete, tendría que imprimirlas.
Me levanté con cuidado de no hacer ningún ruido con la cama, le di un beso de buenos días, y siguió durmiendo como un angelito.
Bajé abajo, encendí el ordenador y la impresora, me metí en mi correo, en el cual me habían enviado las dos entradas que tenía que imprimir, y en poco tiempo acabé, lo apagué, dejé las entradas al lado del ordenador y me fui a la cocina a hacer el desayuno.
[…]
Nada más terminar de hacer el té de Liam, mi taza de cola-cao y nuestro tazón de cereales típico de la mañana que nos encantaba a los dos, lo puse todo en la bandeja y subí arriba a despertarle.
Dejé la bandeja en un lado de la cama, y después me senté a un lado de Liam.
-Cariño, venga que hay que levantarse. - dijo beśandole y acariciando su preciosa y suave carita
-Mm... buenos días princesa. - dijo abriendo lentamente los ojos, y seguidamente reincorporándose, a lo que yo le sonreí y me senté al lado suya dejando caer la bandeja sobre mis piernas.
-Aquí tienes el té, y el tazón de cereales, cielo. - dije.
-Muchas gracias princesa.
Empezamos a desayunar y cuándo íbamos por la mitad del desayuno, sonó el timbre.
-Voy yo princesa, tú quedate aquí. - dijo Liam dándome un beso y bajando.
Escuché como Liam bajaba las escaleras, y seguidamente abrió la puerta, creo que eran Louis y Paula, que traían al peque William para dejárnoslo este fin de semana.
-Hola chicos. - dijo Liam.
-Hola Liam. - respondieron
-¡Princesa! Ya están aquí. – dijo Liam alzando un poco la voz para que yo consiguiera enterarme.
Rápidamente bajé las escaleras, les saludé dándoles dos besos a cada uno y seguidamente me enganché al brazo de Liam a lo que él me dio un beso en la frente.
-Ay, no quiero separarme del peque. - decía Paula.
-Cariño no te preocupes solo son dos días y además lo dejamos en muy buenas manos.
-Bueno eso de que se quede con ellos me deja más tranquila.
Paula le dio un abrazo al peque seguido de un beso en su frente, luego lo cogió Louis e hizo lo mismo que ella, y se lo dejó a Liam en los brazos, al cual le encantaban los bebés igual que a mí.
Nos despedimos de los dos y ya fueron dirección al aeropuerto.
-Bueno vamos a terminar el desayuno, ¿no mi amor? - dije.
-Sí, tengo que terminarme mi té. - dijo dedicándome una preciosa sonrisa.
Subimos arriba, y dejamos al peque tumbado en la cama, a un lado estaba Liam y al otro yo.
Nada más terminar el desayuno cogimos el carrito de Willi y lo montamos en el, Liam y yo nos cambiamos bastante rápido y decidimos ir a dar una vuelta por el parque.
Nada más salir de casa, empezó a sonar el móvil de Liam.
[…]
-¿Quién era cariño? - le pregunté.
-Era Nicola, que Ashley la peque quiere verme, nos la traemos al parque y a comer y después la dejamos en su casa, ¿vale?
*Ashley es la sobrina de Liam la hija de Nicola*
-Claro, vamos a recogerla. - dije encantada con la noticia, Ash era un cielo de niña, era encantadora, un preciosa niña de cuatro años.
Yo empujaba el carrito, mientras Liam me abrazaba por la espalda.
[…]
En poco tiempo llegamos a casa de Nicola, ya que no estaba muy lejos.
Llamamos al timbre y en pocos segundos abrió la puerta Ash corriendo hacía Liam y seguidamente aparecieron Nicola y su marido por detrás que se acercaron a saludarme a mí y después a Liam. Ash nada más soltar a Liam de ese gran abrazo se me abrazó a mí, me tenía mucho cariño.
-Yo me voy con los tíos. - dijo Ash con su dulce vocecita.
-Os la traigo después de comer, ¿vale? - dijo Liam.
-Venga vale, disfruta pequeñaja. - dijo Nicola dándole un beso a su niña.
Yo llevaba el carrito de Willi y Liam llevaba en brazo a Ash que no paraba de darle besos en todo el camino hacía el parque, que niña más mona, pensaba.
Entrando por el parque me sonó el móvil, era un número desconocido.
-Cariño quedate con el carrito que me están llamando.
-Claro princesa.
Ahora sí, contesté a la llamada.
-¿Sí?
-Hola Carmen, soy Jay la madre de Louis.
-Ah sí, ¿qué pasa Jay?
-Bueno, es que ya hace algún tiempo que no veía a William y me preguntaba si me lo podrías traer después de comer a casa, para pasar la tarde con él, ¿os importa?
-Claro, después de comer lo llevamos.
-Sabes donde es mi casa, ¿no?
-Sí he ido ya algunas veces, y Liam se lo sabrá de memoria.
-Bueno pues muchas gracias luego te veo, adiós.
-Nada, no las des, hasta luego Jay.
Colgué el teléfono móvil y volví con Liam y los peques. Le dije lo de Jay a Liam y seguimos andando por el parque hasta llegar a la zona de los columpios, toboganes y tal.
-Tito Liam, ¿puedo montarme? - decía la pequeña Ash.
-Claro ven vamos.
Yo me senté en un banco y cogí a William en brazos.
-Ven tita Carmen, a jugar con nosotros. - dijo Ash cogiéndome de la mano y llevándome a la zona de arena para hacer castillos donde estaba Liam ya haciendo uno.
[…]
Nos llevamos toda la mañana allí en el parque jugando, que nos lo pasamos genial y decidimos ir a comer al McDonald's.
Ya habíamos pedido la comida y estábamos sentados en la mesa.
Liam le dio el biberón al pequeño mientras yo ayudaba a Ash con su comida.
-Huy se ha quedado dormido. - dijo Liam.
-¿Pero se ha tomado el biberón? - pregunté.
-Sí, ha sido terminarlo y quedarse dormido.
-Pues metelo en el carrito mi amor.
Nada mas decirselo lo metió.
[...]
Terminamos de comer y fuimos a dejar primero a Ash a su casa, luego fuimos a casa a recoger algunas cosas de William y yo de paso cogí las entradas sin que Liam se diera cuenta y nos montamos en el coche dirección casa de Jay.
[…]
Llegamos a casa de Jay, dejamos a William y vendríamos a recogerlo sobre las diez.
-Bueno princesa, ¿y ahora que hacemos?
-Ahora conduzco yo, te voy a llevar a un sitio. - dije.
Nos montamos en el coche y empecé a conducir dirección al lugar en donde se jugaba aquel importante partido de baloncesto, estaba a una hora más o menos de donde nos encontrábamos.
[…]
Ya estábamos llegando, prácticamente estábamos al lado.
-Princesa, creo que te has equivocado, aquí se juegan partidos importantes de baloncesto.
-Entonces no me he equivocado.
-¿Qué? No creo, ¿en serio que has comprado entradas para el partido de los NY?¿Para la final?
-Que listo que eres eh.
-Dios, eres un amor, tío, con razón te tengo que amar tanto.
-Anda bobo no es para tanto. - dije riendo.
-¿Qué no es para tanto? Sabes lo que me gusta el baloncesto y sobretodo este equipo.
-Tú te lo mereces.
-Te amo princesa.
Encontré al fin un sitio para aparcar y salimos para entrar en aquel estadio de baloncesto.
[…]
Ya había empezado el partido, desde que empezó Liam me tenía abrazada a él,
yo tenía mi cabeza sobre su pecho y de vez en cuándo me daba un beso en la cabeza. Cuándo metían canasta los NY, metía un grito, típico en los hombres a lo que yo me reía.
Estaban por dar el descanso cuándo de repente un foco se nos puso a los dos en la cara, unas cámaras nos enfocaron a los dos, salíamos los dos en la pantalla gigante y la gente gritaba ¡BESO!¡BESO!¡BESO!¡BESO!
Yo estaba muerta de vergüenza, en cambio Liam no parecía estarlo tanto, me miraba fijamente a los ojos, rápidamente acercó sus labios a los míos, produciendo que se juntasen, y formando un dulce y encantador beso que también fue el causante de ponerme aun más nerviosa.
Al fin pasó aquello, y se me habían quitado los nervios.
[…]
Acababa de terminar el partido, los NY habían ganado, Liam estaba eufórico, y para rematar la alegría de Liam, conseguí que pudiera hacerse una foto con cada uno de los del equipo y que le firmaran su camiseta.
Nada más terminar volvimos a recoger a William, y volvimos a casa.
El pequeño estaba muy cansado, se quedó muy rápido dormido en la cuna.
-Eres lo mejor que me ha asado nunca, gracias. - me dijo Liam mientras me abrazaba por la espalda y me susurraba en el oído haciendo que se me erizara la piel.
Nos quedamos dormidos rápido.
*Al día siguiente*
Decidimos pasarlo en casa jugando y disfrutando del pequeño William.
Le estuvimos hablando diciendo que de mayor tendría que cuidar a nuestra pequeña Sarah, puso su manita en mi barriga y sacó una gran sonrisa. También hicimos muchas fotos y pasamos un día genial.

Bueno siento tardar tanto en subir, pero es que no tengo mucho tiempo. Bueno que ya que tengo 66 lectoras, podríamos hacer una cosa si consigo entre lo que queda de hoy y un poco de mañana por la mañana 20 comentarios en el blog, subo mañana los dos últimos especiales que quedan, el de Harry y Laura y el de todos juntos de nuevo, y bueno si no tardaré más en subir, bueno pues espero que hayáis disfrutado del capítulo, os quiero :')

domingo, 22 de julio de 2012

Capítulo 20 (Especial Zayn y Emma)


(Narra Zayn)
Acababamos de facturar las maletas, para pasar un fin de semana en Miami, un fin de semana que cambiría nuestras vidas, claro que para mejor y nos quedaba una media hora para embarcar en el vuelo.
-Cariño, voy un momento al baño. - dijo Emma.
-Vale, te espero a fuera pequeña, que voy a tomar el aire. - dije, a lo que ella asintió y se fue dirección al baño.
Yo mientras me dirigí hacia la puerta, estaba agobiado, y a la vez triste ahora se me venían todos los recuerdos de todos estos años con la banda y de pensar que en unos meses uno de ellos no estaría con nosotros, que no volveríamos a estar nunca más los cinco juntos y lo peor de todo, que iba a dejar a su esposa y a su hija recién nacida aquí, sin un hombre que cuidara de ellas, claro que los chicos y yo le íbamos a ayudar pero no podíamos reemplazar el lugar de Liam jamás. Esto me hizo que después de ya varios años sin fumar, comprar un paquete y me pusiera a fumar mientras recordaba todo, sé que eso no iba a mejorar nada, pero lo necesitaba.
Ya me quedaba la mitad del cigarillo cuándo sentí que alguien me cogía del brazo.
-Zayn, ¿por qué fumas? Suelta el cigarrillo. - dijo Emma un tanto enfadada, a lo que yo lo tiré rápidamente.
-Lo siento pequeña. - dije agachando la cabeza.
-¿Por qué estabas fumando? No te entiendo.
-Nada, se me habían venido algunos recuerdos y sin pensarlo he comprado una caja, pero bueno dejemos esto como si no hubiese pasado, vamos a embarcar, que el avión se va sin nosotros.
-Vale, ya hablaremos sobre esto después del viaje, ahora lo vamos a pasar bien. - dijo ella sonriéndome y apretando mi mano con fuerza, a lo que nos fuimos dirección al avión.
En poco tiempo despegamos y después de unas horas llegamos a nuestro destino, Miami.
Recogimos nuestro equipaje y en la puerta nos esperaba un taxi, montamos en el y nos llevo dirección del hotel.
-¿No jodas que este es nuestro hotel? - dijo Emma sorprendida al ver el gran hotel que había reservado.
-Sí, pequeña, este es nuestro hotel, ven vamos dentro. - dije, ayudándola con su equipaje.
Entramos en el gran hotel, rellené algunos papeles, y luego me dieron la tarjeta de la habitación.
Unos señores cogieron nuestro equipaje y nos acompañaron con el hasta la habitación.
-Muchas gracias. - dije dándole una propina por cargar con el equipaje.

(Narra Emma)
Dios mío, esto era alucinante, en la habitación había un enorme balcón el cuál tenía unas perfectas vistas, preciosas. Me asomé al balcón y me quedé observando todo desde allí arriba.
-¿Te gusta pequeña? - dijo él, abrazándome por la espalda y besando mi cuello.
-¿Qué si me gusta? Me encanta cariño. - dije yo girándome hacía a él, haciendo que nuestros labios se juntasen provocando un dulce beso.
-¿Bajamos abajo a comer algo? Me va a dar algo, son las cuatro de la tarde, y no he probado bocado. - dijo él, después de haber separado nuestros labios.
-Sí, por favor, yo también estoy hambrienta.
-Pues a comer se ha dicho. - dijo cogiéndo mi mano y tirando de ella haciendo que le siguiese.
-¿A cuál vamos a comer? Hay muchos. - pregunté al bajar del hotel y adentrarnos en una calle con mucho restaurantes.
-¿Entramos al buffet? Allí podemos comer lo que queramos y además tiene buena pinta.
-Vamos.
[...]
Después de comer fuimos al hotel y decidimos ir a la playa un rato, ya que estaba bastante cerca del hotel.
Cogimos unas toallas y bajamos caminando de la mano a la playa.
Nada más llegar, extendimos las toallas en la arena, cogimos la crema, él me la extendió a mi y yo a él, seguidamente nos tiramos en las toallas a tomar el sol, a Zayn no le hacía falta, ya estaba bastante moreno, en cambio a mí, sí, me hacía bastante falta un poco de sol.
-¿Te apetece bañarte, pequeña? - me preguntó.
-¿Tú queriéndote meter en el agua? Que raro. - dije extrañada.
-Hace mucho calor, no me va a pasar nada. - dijo riendo.
-Pues venga cariño vamos, que yo también tengo mucho calor.
Me cogió de la mano mientras nos acercábamos a la orilla, nada más llegar a ella sentimos el frescor del agua en nuestros pies, estaba congelada, él empezó a salpicarme mientras yo gritaba que parara mientras reía.
-PARA ZAYN, ESTÁ MUY FRÍA. - decía yo riendo.
-De acuero ya paro. - dijo a lo que se vino hacía mi, me besó y me dijo al oído riendo '¿te creías que te ibas a librar tan pronto de mi pequeña?' a lo que seguidamente me cogío en peso, y se adentro en el agua conmigo encima, yo seguía gritando, todo el mundo nos miraba, pero la verdad es que eso no nos importaba ni lo más mínimo, habíamos venido a pasarlo bien y eso es lo que estábamos haciendo.
-Eres malo. - dije fulminándole con la mirada.
-Lo he hecho por tu bien te estabas asando. - dijo riendo.
-Sí, sí...
-¿Me vas a decir que ahora no estás mejor que antes allí a fuera?
-Bueno...
-Sabes que sí. - dijo riendo mientras se acercaba cada vez más y más a mí, puso con delicadeza sus manos rodeando mi cintura, sus labios cada vez se juntaban más a los míos, hasta que al fin se juntaron, formando uno solo, cerré los ojos mientras que nuestras lenguas jugaban, hasta que después de unos minutos nos separamos, se me quedó mirando a los ojos fijamente, esa mirada que te derrite, sí, me iba a derretir allí en medio.
-Te amo. - dijo al fin, a lo que después nos fundimos en un largo y bonito abrazo.
-Yo más. - le dije en mitad del abrazo.
-Que suerte tuve al encontrarte, nunca supe que había chicas como tú.
-Seguro que las hay mejores que yo, eso sí, mejores que tú imposible.
Seguimos un tiempo más en el agua entre mimos y besos hasta que al fin salimos, Zayn sacudió las toallas, cogió una y me la puso alrededor mía y seguidamente se puso a él la otra.
-¿Nos vamos al hotel para preparanos para la cena, pequeña? - dijo Zayn.
-Claro me pongo la ropa y subimos cariño.
Me puse el pantalón, la camiseta y las chanclas, cogí el bolso guardando las dos toallas y Zayn simplemte se puso las chanclas, la camiseta prefirió meterla en la bolsa.
-Trae dejame llevo yo la bolsa, pequeña. - dijo él.
-Gracias pequeño. - dije dándole un beso en la mejilla, a lo que seguidamente él me abrazó contra su pecho.
[...]
Nada más llegar al hotel, nos metimos en el aseo, y nos dimos un relajante baño abrazados el uno al otro, nos envolvimos en la toalla, fuimos a coger la ropa, yo me metí en el baño para maquillarme, arreglarme el pelo y eso, ya sabes las cosas de mujeres.

(Narra Zayn)
Ya eran las nueve, llevaba más de una hora y media en el baño metida y no salía, cada vez estaba más nervioso, me había asegurado de meter la alianza en el bolsillo del pantalón.
Yo me había puesto una camisa de cuadros azul y blanca, a juego con unos pantalones azul marino.
-Pequeña, ¿te queda mucho?
-Ya salgo. - dijo, y después de unos veinte segundos interminables vi como la puerta se abría y al fin la vi, iba preciosa, un vestido azul marino corto, unos cinco centímetros más arriba de la rodilla, unos tacones a juego y un bolso, el pelo lo llevaba suelto, se había echo las planchas, tenía un cabello preocioso, se había puesto también algo de maquillaje, pero disimulado.
-¡Zayn, la baba! - dijo riendo.
-Vas preciosa, bueno eso se te queda corto. - dijo sin dejar de mirarme.
-Tú si que vas precioso, me encantas. - dijo acercándose a mí, dándome un pequeño beso en los labios y seguidamente saliendo por la puerta.
[...]
Había reservado un balcón bastante grande para los dos solos, el cual tenía unas vistas preciosas al mar, y además habíamos tenido bastante suerte, era una de esas noches en la que el cielo estaba precioso, lleno de estrellas y la luna brillaba.
Al fin llegamos al restaurante.
-Las señoritas primero. - dije dejándole pasar.
-Gracias. - dijo ella dedicándome una preciosa sonrisa.
Le cogí la mano y la guíe hasta el bonito balcón en el que cenaríamos y el cuál cambiaría nuestras vidas.
-¡Ohh, pequeño! ¿Has preparado tu todo esto?
-Bueno, yo solo le dije a los camareros como quería que quedara, ellos lo han dejado así. - dije.
-Te amo. - dijo dándome un enorme abrazo y luego me besó.
Nos sentamos los dos en la mesa, uno en frente del otro y pedimos lo que queríamos de cenar.
[...]
Nada más terminar de cenar, nos pusimos a mirar las vistas desde allí arriba, y el bonito el cielo estrellado.
Decidí escoger ese momento para hacerlo el más especial de aquella noche y de siempre.
-Pequeña.
-Dime pequeño. - dijo con su enorme sonrisa, la cual me enamoraba cada vez más.
-¿Quieres casarte conmigo? - dije poniéndole la alianza en el dedo, me había costado alo de trabajo decirlo, pero ahora me sentía mejor que nunca. Vi como le empazaron a caer lágrimas de sus preciosos ojos.
-S..sí, claro que quiero. - dijo tirándose a abrazarme.
-Te amo, nunca me cansaré de decirtelo.
-Ni yo de escucharlo, pequeño, te amo, yo tampoco me cansaré de decirterlo jamás.
Nos fundimos en el beso más esperado de la noche.
[...]
Nos fuimos al hotel y entramos en la habitación.
Entre besos y más besos nos fuimos quitando la ropa, hasta que acabamos desnudos, cada vez los besos se aceleraban más y más, empecé a besarle todo su perfecto cuerpo, el cuál amaba, terminó en una noche bastante apasionada, era lógico que este día tan especial hicieramos el amor, ¿no?
Ella se quedó rápidamente dormida sobre mi pecho, y al poco tiempo fui yo el que se durmió.
[…]
Me desperté a la mañana siguiente, miré la hora, ¡oh no! Ya eran las doce, miré hacía mi lado, pero Emma no estaba allí.
Fui a salir por la puerta pero justamente entraba ella con un delicioso desayuno en las manos.
-Jo, te iba a desertar yo. - dijo ella.
-No te preocupes, yo sigo durmiendo. - dije metiéndome rápidamente en la cama.
Escuché como se reía.
-Buenos días pequeño. - dijo dándome un beso mañanero.
-Buenos días pequeña. - dije devolviéndole el beso.
Desayunamos los dos en la cama, y luego decimos bajar a la piscina, sobre las tres fuimos a comer y luego ya tuvimos que volver de nuevo a Londres.

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Siento no haber podido subir capítulos en tanto tiempo, pero es que aquí no tengo Internet, solo lo cojo una vez por semana más o menos, espero que os haya gustado. Si no quieres que deje la novela  ya sabéis dejar un comentario con vuestra opinión, os quiero :)

Capítulo 19 (Especial Louis y Paula)


(Narra Louis)
Me desperté temprano, demasiado para a la hora que me solía levantar normalmente, serían las seis y media de la mañana más o menos, miré el reloj y sí, ahora mismo eran las seis y veinticinco, aproxidamente lo que había pensado. Bajé abajo sin hacer ruido, fui a la cocina, preparé el biberón para el peque e hice el desayuno para Paula y para mi, unas tostadas, cereales y un vaso de leche como a ella le gustaba. Subí, dejé la bandeja con el desayuno encima de la mesita de noche, con mucha deliquedeza me senté a su lado, le di un pequeño beso, y fue abriendo sus ojos poco a poco.
-Buenos días cielo. - dije dándole de nuevo un beso.
-Buenos días cariño. - dijo ella dedicándome una de sus preciosas y adorables sonrisas, la amaba.
Iba a levantarse pero la detuve.
-No hace falte que te levantes, aquí tienes el desayuno, y yo me encargo de coger al peque. - dije dejando la bandejar a su lado.
-Sabes que te amo, ¿no? Que eres lo mejor que me ha pasado nunca, gracias.
-Sí, lo sé, pero yo te amo más. No tienes por que darme las gracias cariño, sé que tu también haces muchas cosas por mi. - dije besando su suave mejilla.
Ella ahora solo se limito a dedicarme una sonrisa.
Me acerqué a la cuna, vi como dormía, era un angelito, me daba pena despertarlo, pero ya tenía que comer, era la hora. Con mucha delicadeza lo cogí entre mis brazos, le di un beso en la frente, y se despertó, esta vez no fue como las otras, esta vez no se puso a llorar al haberlo despertado, esta vez me dedicó una gran sonrisa, la cuál me produjo que yo sonriera también.
Me senté en la cama junto a Paula con el bebé aun en brazos, cogí el biberón, y empecé a darselo, noté como Paula rodeaba mi cuerpo con sus brazos y dejaba caer la cabeza en mi hombre mientras veía como le daba al peque el biberón.
-Sabes que eres el mejor padre de este mundo, ¿no?
-Y tu que eres la mejor madre, ¿no?
Seguidamente los dos giramos la cabeza y nos fundimos en un dulce y bonito beso.
Se notaba que William tenía hambre, se terminó el biberón en un santiamén, y nada más terminárselo me tomé mi baso de leche con algunos cereales y una tostada.
Nada más terminar, nos vestimos rápido y mientras que yo vestía al peque, Paula preparaba su pequeña maletita de ropa.
[...]
Cogimos las maletas, las montamos en el coche, montamos al peque es su sillita, Paula se sentó atrás con él, y nos dirigimos a casa de Carmen y Liam.
[...]
Llegamos rápido, Paula cogió al peque y yo cogí su pequeña maleta de ropa. Llamamos al timbre, y nos abrío Liam.
-Hola chicos. - dijo él tan feliz como de costumbre.
-Hola Liam. - respondimos nosotros dos.
-¡Princesa! Ya están aquí. – dijo Liam alzando un poco la voz para que Carmen consiguiera enterarse.
Al poco tiempo apareció Carmen, y nos dio dos besos a cada uno.
-Ay, no quiero separarme del peque. - decía Paula.
-Cariño no te preocupes solo son dos días y además lo dejamos en muy buenas manos.
-Bueno eso de que se quede con ellos me deja más tranquila.
Paula le dio un abrazo al peque seguido de un beso en su frente, luego lo cogí yo e hice lo mismo que ella, y se lo dejé a Liam en los brazos, al cual le encantaban los bebés igual que a Carmen, estaba tranquilo de que lo cuidarían muy bien y con mucho amor.
Nos despedimos y montamos de nuevo en el coche, esta vez con dirección al aeropuerto, tan solo nos quedaba media hora para que saliera nuestro vuelo.
En unos minutos llegamos al aeropuerto ya que estaba cerca. Embarcamos las maletas y montamos en el avión.
[…]
Al fin llegamos, al fin el Los Ángeles, todo aquello era espectacular.
Cogimos un taxi el cuál nos dejo en nuestro hotel, el hotel W, aquel hotel el cual me traía muchos recuerdos, este fue el hotel en el que estuvimos los cinco juntos por primera vez, aquí fue nuestro primer viaje como banda, a parte de la vez que fuimos a España a la Cada de los Jueces.
-Este es el hotel en que os quedasteis los chicos y tu en vuestro primer viaje, ¿a qué sí? - dijo Paula.
-Sí, me trae muchos recuerdos, recuerdos que nunca olvidaré.
Fuimos a nuestra habitación, era muy acogedora y preciosa, y en el baño había un jacuzzi.
-¿Vamos a dar una vuelta y buscamos un restaurante para comer? - propuse.
-Sí, venga, tengo hambre cielo.
Nos cogimos de la mano y salimos en busca de un restaurante en el que poder quitarnos el hambre.
-Mira este tiene buena pinta cariño. - dije señalando un restaurante italiano.
-Pues aquí comemos, cielo.
Los camareros nos guiaron hasta la mesa, nos sentamos, pedimos la comida y en un rato nos la trajeron.
[…]
Nada más terminar de comer, salimos de allí y decidimos pasar una parte de la tarde de compras.
En cada tienda que veíamos entrábamos y salíamos con bolsas, la verdad es que Paula y yo en este aspecto nos parecíamos mucho, nos encantaba comprar ropa, también nos acordamos del peque y le compramos alguna que otra cosa. Ese rato de la tarde lo pasamos genial entre risas y mimos del uno al otro.
-Bueno cielo vamos al hotel, nos arreglamos y vamos a dar una vuelta por la playa, ¿no?
-Vale cariño, pero ¿qué hora es?
-Son las ocho.
-Vale, pues me tendré que dar prisa en arreglarme.
Volvimos andando al hotel ya que estaba bastante cerca de el lugar en el que nos encontrábamos.
Los dos nos dimos una ducha rápido y empezamos a arreglarnos para esta noche.
[…]
Después de algo más de una hora, al fin terminé, me había costado ponerme bien el pelo. Me había puesto una camisa de rayas (típico en mí, son mis camisetas de la suerte, y esa noche la necesitaba) azul y blanca, de esas arregladas de Polo Ralph Lauren, a juego con unos pitillos del mismo todo azul de la camisa y los zapatos. Me dirigí a la mesita de noche donde tenía la alianza y me dispuse a meterla en el bolsillo cuándo de repente note un ruido atrás de mí.
-¿Que haces cariño? - dijo Paula atrás mía.
-Nada, nada, simplemente cogía la colonia. - dije aun de espaldas a ella disimulando que me echaba colonia, aunque ya me la hubiese echado antes.
-Por cierto, vas guapísimo, me encantan esas camisas de rayas. - dijo a lo que yo me di la vuelta, iba preciosa, no había otra palabra para describirla o a lo mejor sí, pero no se me venía a la cabeza, llevaba un vestido amarillo precioso, el cuál complementaba con su piel morena, a juego con unos tacones, y su precioso pelo moreno con un toque ondulado, un poco de base de maquillaje y eso es lo que hacía que fuese perfecta para mí.
-Pa.. Paula vas preciosa cariño. - dije sin poder parar de mirarla.
-Muchas gracias cielo.
-Bueno venga, ¿vamos?
Salimos del hotel, fuimos a un restaurante que vimos a la hora de comer que nos pareció un buen sitio para cenar, y así fue, la comida estaba deliciosa.
Después de la deliciosa cena de la que habíamos disfrutado decidimos bajar a la playa a caminar un rato por la orilla.
No había a penas nadie por allí, se podría decir que estábamos solos en la playa.
Empezamos a andar abrazados por la playa entre besos, cuándo de repente me acordé y no esperé más, ese era el momento perfecto.
-Cariño, este viaje a sido para decirte una cosa, y esa cosa es..., ¿querrías hacerme el honor de casarte conmigo? - dije poniéndole la alianza.
-¿Qué? Claro que si, lo sabes demasiado bien y me casaré contigo, eres mi chico ideal, al que amé, amo y amaré siempre.
-Te amo cielo. - dije a lo que seguidamente nuestros cuerpos se fueron juntando, hasta que quedamos frente con frente, mi nariz y su nariz estaban unidas la una a la otra, y nos mirábamos fijamente a los ojos, no pude resistirme más y la besé, fue un largo beso, lo cuál lo hizo más tierno de lo normal.
Decidimos volver al hotel. Nada más llegar nos tiramos en la cama, ella me quitó la ropa a mi y yo a ella, la cogí en peso y nos metimos en el jacuzzi, empezamos en un simple abrazo, luego en un pequeño beso, el cuál fue aumentando poco a poco, yo recorrí cada parte de su cuerpo con mis besos, ella me besaba el cuello, poco a poco todo aumentaba más y más y acabamos en una noche llena de amor, haciendo lo típico en un pareja, haciendo el amor.
Después de acabar todo aquello, nos pusimos un albornoz, salimos a la terraza y nos tumbamos un rato en las tumbonas que había para secarnos.
En poco tiempo nos metimos de nuevo a dentro, hacía un poco de frío, además estábamos cansados después del largo día y nos quedamos rápidamente dormidos abrazados el uno al otro.
A la mañana siguiente fue ella quién me despertó con un dulce beso mañanero.
Por la mañana decidimos ir a la playa, cogimos las dos o tres cosas que nos hacían falta y bajamos.
Estando en las toallas tumbados decidimos llamar a Carmen y a Liam para ver que tal estaba el peque y como se estaba portando.
[…]
Después de haber llamado vi como Paula se quedó mucho más tranquila al escuchar que el peque estaba bien.
Fuimos a comer a un restaurante que había cerca de dónde estábamos, y nada más terminar fuimos al hotel a recoger nuestras cosas, ya nos tocaba volver de nuevo a Londres.

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Este capítulo lo he hecho con la ayuda de Martiita Directioner Forever, espero que os guste y ya sabéis dejad vuestro comentario, así me animáis más a escribir, os quiero :)