(Narra
Carmen)
Empecé
leyendo la carta que me dedicaba a mí.
“Hola
princesa.
Lo
primero quiero decirte que no quiero que llores más por esto, sé
que es muy duro, pero me gusta verte sonreír, con esa preciosa
sonrisa que solo tienes tú.
Y
bueno que aunque dentro de unos días no nos volvamos a ver, yo voy a
estar siempre a tu lado, protegiéndote como a nadie, te cuidaré
desde allí arriba, seré tu ángel de la guarda, cuándo mires al
cielo ahí estaré yo, déjate llevar por tu corazón eligiendo una
estrella, esa estrella seré yo, asómate a la ventana todas las
noches y así tener un momento del día siempre juntos, cierra los
ojos e imagina que estoy allí contigo, abrazándote por la espalda y
cantándote en tu oído, recuerda que aunque físicamente no éste,
siempre voy a estar a tu lado, en todo momento, no voy a permitir que
nada malo te pasa, nada.
Recuerdo
ese día en el que nos conocimos, fue muy extraño, de repente caíste
en mis brazos desde un árbol, para precisamente darme una carta,
¿sabes? Todos los días la llevo conmigo a donde sea, siempre, y la
leo recordando aquel día, aquel bendito día en el que te conocí,
sin duda uno de los días que siempre recordaré, uno de los mejores.
Y la pulsera, siempre ha sido mi amuleto de la suerte, desde el
momento en el que me la diste no me la he vuelto a quitar.
Estuvimos
separados cuatro años, y ni siquiera cuatro años y miles y miles de
kilómetros pudo con nuestro amor, nuestro amor puede superar
cualquier cosa, porque algún día volveremos a estar juntos, los dos
abrazados, besándonos..., en donde sea, da igual, lo que si que
importa es que estaremos los dos juntos.
También
quiero decirte que si quieres rehacer tu vida con otro hombre, por
más que me duela, también te voy a apoyar desde allí arriba, pero
siempre que sea un hombre que te respete, te cuide, acepte a nuestra
hija y te quiera de verdad. Soy algo egoísta, sí, porque solo te
quiero para mí, sé que he dicho esto porque lo haré, pero me
costaría mucho verte con otro.
Sé
que también tendrás contigo a los chicos, a las chicas y a toda mi
familia, ellos te apoyarán mucho por más que a ellos les duela
también.
Y
por último darte las gracias, por quererme como a nadie, por
abrazarme cada vez que lo necesito, por cuidarme, por hacer cualquier
cosa por verme sonreír, por darme una hija tan preciosa como la que
tenemos, por besarme como solo lo sabes hacer tú, por todo lo que
has hecho por mí, porque a ti te debo mucho, muchísimo, gracias a
ti ahora mismo sigo aquí junto a todos vosotros, junto a lo que yo
más quiero.
Y
ahora sí que lo último, jamás olvides todos nuestros momentos
juntos, porque yo no los olvidaré y tampoco olvides que te amo más
que a nada en éste mundo, eres lo más grande que tengo, te quiero
muchísimo princesa, lo eres todo.”
Solté
bastantes lágrimas al leerla, no lo pude evitar, lo intenté pero no
pude, terminé y el me abrazó dándome un beso en la cabeza.
-Te
quiero, no quiero que te vayas. - volví a decir rompiendo a llorar
en sus brazos.
-Princesa,
no quiero verte así, tu eres fuerte, sonríe, hazlo por mí. - dijo
acariciando mi melena.
Me
quité las lágrimas rápidamente y le di un beso en la mejilla,
seguidamente dejando caer mi cuerpo sobre el suyo.
Me
quedé dormida sin darme cuenta sobre Liam en aquel mantel de picnic.
[…]
Me
desperté, miré hacía un lado y hacía el otro, estaba sola en una
habitación, no era muy grande, tenía una pequeña ventana, por la
cuál entraban unos pequeños rayos de luz.
Miré
a mi izquierda, allí estaba mi móvil lo cogí, eran las diez y
media de la mañana, pero, ¿dónde estaba? No tenía ni idea, lo
último que recuerdo es que me quedé dormida sobre Liam.
Me
levanté, fui a dejar el móvil en la mesita de noche que tenía en
mi izquierda y entonces vi una nota.
“Buenos
días princesa. Te preguntarás donde estoy, sal y búscame, te
esperaré. Te quiero.”
Sonreí
para mis adentros, vi que Liam se había dejado su sudadera en la
habitación así que me la puse, cogí mis vaqueros cortos, los
cuáles traía en la maleta con mis converses.
Salí
de aquella pequeña casa, estaba en el mismo sitio que el otro día,
respiraba aire puro, todo era tan perfecto.
Empecé
a andar cerca del lago y se me dibujó una sonrisa al verlo, estaba
montado en una pequeña barca con Sarah, la cogía entre sus brazos
mientras le cantaba, eran lo más importante que tenía, mi marido y
mi hija.
-Te
encontré. - dije a lo que él se giró y vino con la barca hacía
mí, me ayudó a montar y dimos una pequeña vuelta en la barquita.
-¿Tienes
hambre princesa? - me preguntó atento.
-Sí,
un poco.
Cogí
a Sarah en brazos mientras que él remaba, me ayudó a bajar y
volvimos a la casa en la cual habíamos dormido.
Había
una mesa a fuera, nos sentamos y fue trayendo comida.
Liam
acababa de hablar con Niall e iba a venir a recoger a Sarah, así
dejarnos un rato a los dos a solos.
[…]
-Hey
chicos, ¿qué tal? - dijo Niall llegando.
-Hola
Nialler. - dije dándole dos besos.
-¿Qué
pasa Horan? - dijo Liam chocándole la mano.
-Bueno
me llevo a Sarita y os dejo intimidad. - dijo Niall con una voz
extraña y levantando una ceja.
-Nialler
Nialler. - dije yo con gesto de resignación y acariciándole el
pelo.
La
cogió de su carrito y se fue de vuelta a casa.
[…]
Entramos
de nuevo a la casa, nos tiramos en la cama, yo estaba sobre él y nos
mirábamos a los ojos, hasta que decidí romper aquel silencio,
aunque no fuese nada incómodo.
-¿Qué
tal si mejor vamos a dar una vuelta por allí a fuera cariño?
-Venga
vamos. - dijo cogiéndome a mi en mi borricate y corriendo hacía
fuera haciendo el loco.
Empezó
a bailar, bueno si se podía decir así y a cantar, como si no
hubiese un mañana aun conmigo en borricate, hasta que conseguí
bajar y me uní a bailar y cantar con él allí en medio, en medio de
la nada.
-TE
QUIERO. - me gritó.
Le
di un pequeño beso en los labios y salí corriendo.
-¡Venga
pillame! - dijo ya algo lejos de él.
-No
me retes eh. - dijo desafiante.
-Pues
pillame. - él empezó a correr como loco tras de mí, hasta que al
fin lo consiguió, se abalanzó a abrazarme por la espalda y no
pudimos evitar caernos a lo que empezamos a reír.
-Éste
día no debería de acabar nunca. - dijo acariciando mi mejilla aun
tiradas en el suelo.
-Vamos
a disfrutar lo que queda, ¿no?- le dije levantándome y tirando de
la mano de él ayudándole a levantar.
De
repente y sin venir a cuento me cogió como a una niña chica entre
sus brazos, como pudo me quitó la sudadera, así quedándome en una
camiseta interior de tirantes, él antes de cogerme ya se quitó la
suya; empezó a correr, a correr a toda velocidad, hasta llegar al
lago, se fue para la zona más profunda y ¡CARMEN Y LIAM AL AGUA
PATO!
Me
abracé a su cuello y seguidamente le hice una ahogadilla, algo que
no debería de haber echo porque nada más salir del agua trague
medio lago de todas las ahogadillas que me había hecho.
-Ten
compasión de mí. - dije suplicando que no me hiciera más
ahogadillas.
-Bueno
vale, pero a cambio me tienes que dar un beso. - dijo.
Posé
mis labios sobre los suyos, rodeé mis brazos por su cuello y mis
piernas por su cintura, él rodeó mis caderas con sus brazos,
mientras nuestras lenguas jugueteaban entre ellas, cada vez con más
intensidad, hasta que nos quedamos sin aire y tuvimos que separarnos.
-Tengo
frío, ¿nos salimos? - le dije.
-Sí,
yo también tengo frío.
Me
cogió en brazos y salimos del lago, fuimos de la mano hasta la casa,
entramos y mientras Liam encendía la chimenea yo me cambiaba.
Ésta
vez simplemente me puse una de las camisetas de Liam, una de las que
me quedaban bastante grandes y las braguitas.
Me
arreglé un poco y bajé abajo.
La
chimenea ya estaba encendida a su lado había un mesa con dos velas y
algo de comida.
-¿Me
permite señorita? - dijo Liam sujetando mi mano con delicadeza hasta
llegar a mi silla, me abrió paso y me senté, era un total
caballero.
La
comida pasó entre risas, besos y caricias, una velada bastante
bonita.
Me
cogió en brazos subiendo las escaleras hasta llegar a la cama,
empezamos entre beso y beso y al final acabamos haciendo el amor.
[…]
Pasamos
de nuevo la noche aquí y ya decidimos volver a casa.
Era
temprano, así que decidimos pasar a comprar churros para todos, por
haberse quedado a cuidar a nuestra pequeña Sarah, y por pasar la
mañana juntos.
Perdón
por haber tardado en subir tanto pero es que era la última semana
que tenía de vacaciones y la he estado disfrutando jajaja, que ya el
Lunes empiezo el colegio -.-
A
partir de esta semana creo que iré tardando más en subir porque en
3º me tengo que poner las pilas estudiando y eso, intentaré subir a
menudo, pero no prometo.
Que
en el anterior capítulo ya se animaron algunas más a dejar
comentarios aquí, seguid dejando comentarios eh, que me encantan,
son tan asdfghasdfgh *-*
Éste
capítulo se lo dedico a Marga Sánchez Soto, que es un amor :')
Os
quiero mucho a todas, un beso. <3
PD:
Seguidme en twitter anda @littlepayne_ que quiero llegar ya a los
2000, ayudadme porfas, jejeje, gracias. :]
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarse puede enamorar alguien de una novela? La respuesta es SIII *.* la ame! me encanto el capitulo es tan cufuwdnsoandom sabes? :') Siguiente cielo xx
ResponderEliminarAwww! me encantó es demasiado perfecta, por favor Siguientee:) (y ahora te Sigo en Twitter xD )
ResponderEliminarDIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS TOCAYA, CADA VEZ ES MAS PERFECTA. LA AMO, AMO TU NOVELA*-*
ResponderEliminarS I G U I E N T E ♥
siguienteee! muy buenaaa
ResponderEliminarme en canta se la estoy recomendando a mis amigas yo también e empezado 3º te deseo mucha suerte y que siempre saques un rato para escribir porfaaaaaa!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarSIGUENTA YAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!